La práctica de actividades deportivas, de ocio y tiempo libre, incrementa el riesgo de sufrir daños.
Es por esto que donde exista riesgo de daño existe la NECESIDAD de SEGURIDAD”
Las deficiencias en la supervisión de las

actividades deportivas, la indebida conservación de las instalaciones, el mal estado del material o su falta de material o su falta de certificación, la falta de verificación de las condiciones de las personas aceptadas para la práctica deportiva, la ausencia o inadecuada

cualificación del profesorado la inadecuada información facilitada al alumno/cliente/deportista, la venta de localidades superior al aforo, la omisión del control de acceso…, son casos susceptibles de generar responsabilidad civil.

Podemos considerar la protección del alumno/cliente/deportista como el conjunto de acciones coordinadas destinadas a garantizar la seguridad integral del mismo, y que aporta beneficios tanto para él como para

nuestra empresa. Por un lado, el alumno/cliente/deportista recibe un servicio de calidad con la tranquilidad de sentirse seguro. Por otro lado, podremos desarrollar nuestra actividad de forma correcta para mantener nuestra reputación e identificar oportunidades de mejora.Mejorar la seguridad es un objetivo estratégico compartido por todo el sector. Conscientes de esta realidad, deberemos abordar una gestión integral de la seguridad frente a la responsabilidad civil (modelo de prevención de accidentes) a través del Plan de Prevención de la Responsabilidad Civil (Compliance Civil) de obligado cumplimiento.

Dicho plan deberá incluir:

• La Identificación de los riesgos derivados de la propia actividad.
• El análisis y la valoración de los riesgos.
• El establecimiento de las medidas organizativas (CIRA), las medidas físicas y los RRHH a implementar para el desarrollo de una actividad segura.