“No hay causa que merezca más alta prioridad que la protección y el desarrollo del niño, de quien dependen la supervivencia, la estabilidad y el progreso de todas las naciones y, de hecho, de la civilización humana”. (Plan de Acción de la Cumbre Mundial a favor de la Infancia, 30 de septiembre de 1990 Unicef, Convención sobre los Derechos del Niño, 2015 p. 4)

La semana pasada volvió a ocurrir: “Un juez ordena prisión provisional para un entrenador de fútbol por abuso de menores”.

Según la OMS el maltrato infantil se define como los abusos y la desatención de que son objeto los menores de 18 años, e incluye todos los tipos de maltrato físico o psicológico, abuso sexual, desatención, negligencia y explotación comercial o de otro tipo que causen o puedan causar un daño a la salud, desarrollo o dignidad del niño, o poner en peligro su supervivencia, en el contexto de una relación de responsabilidad, confianza o poder. La exposición a la violencia de pareja también se incluye a veces entre las formas de maltrato infantil.

Es decir, el “maltrato infantil” es cualquier forma de abuso físico, emocional, sexual o negligencia que conduce a lesiones o daños en los menores.

A estas alturas nadie pone en duda que el maltrato infantil existe, pero ¿qué ocurre en el deporte?

La mayoría de las personas que trabajan, realizan labores de voluntariado… con menores en el deporte cumplen con un requisito fundamental “la protección del menor” y sin ellas las organizaciones como los clubes, escuelas deportivas… no podrían funcionar adecuadamente.

Sin embargo, el deporte también proporciona oportunidades a delincuentes, que abusan de los menores desde una relación de confianza y superioridad como pueden ser las de directivo, entrenador, fisioterapeuta, voluntario…

Es por esto que trataré de exponer diferentes formas de abuso en el deporte, con el fin de ayudar en su detección, ante el riesgo de que los menores de edad durante su paso por el sistema deportivo sean víctimas de una agresión física, sexual… debido a la acción violenta de un (directivo, entrenador, operario, voluntario…) con resultado de lesiones o pérdida de vida.

1. Abuso físico del menor en el deporte.

• Cuando se les inflige un daño o lesión a través de una agresión física directa.
• Cuando la intensidad de los entrenamientos o la exigencia de las competiciones exceden las capacidades del desarrollo madurativo del menor.
• Cuando se utilizan sustancias dopantes para mejorar el rendimiento del menor.
• Cuando se les obliga a participar lesionados en las competiciones
• Cuando se les imponen castigos que causan dolor físico.

2. Abuso emocional del menor en el deporte.

• Cuando los menores son sometidos a constantes críticas, insultos, sarcasmo, intimidaciones o vejaciones.
• Cuando las expectativas de los padres, del club, entrenador… son tan altas que les generan excesiva presión.
• Cuando su valía depende exclusivamente de los éxitos o logros deportivos.
• Cuando se les sobreprotege y no se les permite ser autónomos y desarrollar su autoestima

3. Abuso sexual del menor en el deporte.

• Cuando los menores sufren agresiones y/o abusos contra su libertad e indemnidad sexual tal y como puede verse en el Título VIII de la Ley Orgánica 10/1995, de 23 de noviembre, del Código Penal.
• Cuando se utilizan técnicas de entrenamiento que implican contacto físico con los niños, creando situaciones de abuso sexual que puedan pasar desapercibidas (caricias, tocamientos…).
• Cuando los entrenadores… utilizan su posición de superioridad/autoridad, para crear situaciones de abuso sexual.
• Cuando los entrenadores/voluntarios… envían mensajes a los menores a través de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (Facebook, twitter…) tendentes a cometer o preparar los abusos.

4. Negligencia de los responsables en el deporte (cuando se expone a los menores a riesgos innecesarios que pueden derivar lesiones o pérdida de vida).

• Entrenamientos en condiciones climáticas extremas sin utilizar la indumentaria adecuada, sin garantizar la hidratación adecuada….
• Entrenamientos sin la utilización de los equipos de protección adecuados (casco, protector bucal, coquilla…)
• Cuando obligamos al menor a realizar la actividad físico deportiva estando enfermos o lesionados.

¿Cómo podemos detectar el maltrato infantil?, ¿Cómo podemos prevenirlo?, ¿En qué clase de responsabilidades pueden incurrir los titulares, gestores y organizadores de actividades deportivas?…

Próximamente, desde el COPLEF de Madrid, se impartirán diferentes cursos de formación con el fin de dotar de las herramientas básicas para la prevención y detección del “maltrato infantil en el deporte” dirigidos a diferentes grupos de interés: responsables (directores de centros deportivos, presidentes de clubs…), cuerpo técnico (entrenadores, monitores, voluntarios…), tutores legales (padres…) y los menores.